Presenten una descripción suficientemente clara:
Australia es un país soberano de Oceanía, cuya
forma de gobierno es la monarquía constitucional federal parlamentaria.
El país ocupa la principal masa continental de la plataforma llamada Sahul, además de algunas
islas en los océanos Pacífico, Índico y Antártico. Los países más cercanos a
Australia son Indonesia, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea al norte, las
Islas Salomón, Vanuatu y la dependencia francesa de Nueva Caledonia al noreste,
y Nueva Zelanda al sureste. Australia es el sexto país más grande del mundo con
una superficie de 7 741 220 km².1 Su capital, Canberra, se encuentra en el
Territorio de la Capital Australiana. La población del país en 2011 era de unos
21,5 millones de habitantes, concentrados principalmente en las grandes
ciudades costeras: Sídney, Melbourne, Brisbane, Perth, Adelaida y la capital
Canberra.
La inmigración en Australia ha sido constante en la
historia del país oceánico, constituyéndose como uno de los principales
receptores de inmigrantes en el mundo occidental.
Considerado
parte de la historia de la migración humana desde África, se estima que los
primeros seres humanos llegaron a Australia hace unos 50.000 años, cuando los
antepasados de la primera oleada de inmigrantes procedentes de África llegaron
al continente a través de las islas de la zona marítima del sudeste de Asia y
Nueva Guinea
Su
contexto territorial e histórico
la infraestructura que se construyó a
principios del 2000, particularmente en sídney y melbourne, es insuficiente
para hacer frente a la proyección de crecimiento, incluso al actual",
los inmigrantes representan el 60 por ciento
del crecimiento de la población en la última década en las principales
ciudades, y el año pasado el 87 por
ciento de los 111.000 inmigrantes cualificados que llegaron al país se
establecieron en sídney y melbourne.
La población australiana
está conformada por personas que provienen de todos los rincones del mundo.
Alrededor del 27% de los residentes australianos ha nacido en otro país y más
de la cuarta parte de la población tiene padres que han nacido en el
extranjero. Cada año, inmigrantes de más de 180 países deciden convertirse en
ciudadanos australianos.
A lo largo de su historia, Australia
ha recibido sucesivas oleadas migratorias que la han convertido en una nación
verdaderamente multicultural. Sus ciudades son habitadas por gente proveniente
de muchos países, principalmente de Reino Unido, Nueva Zelanda, China, Italia,
India, Pakistán, Suráfrica, Filipinas, Corea, Vietnam, Grecia, Tailandia e
Indonesia.
La migración ha tenido un
impacto significativo en las características de la población australiana,
aportando una diversa gama de orígenes étnicos, lingüísticos y religiosos y
contribuyendo al crecimiento poblacional.
Los
primeros australianos
Antes de la llegada de los colonizadores europeos, los aborígenes habitaban la mayoría de las zonas del continente australiano. Adaptables y creativos con una simple pero eficiente tecnología, los indígenas australianos poseían unos complejos sistemas sociales y unas tradiciones artísticas y religiosas muy desarrolladas que reflejaban su profunda conexión con la tierra y el medio ambiente.
Antes de la llegada de los colonizadores europeos, los aborígenes habitaban la mayoría de las zonas del continente australiano. Adaptables y creativos con una simple pero eficiente tecnología, los indígenas australianos poseían unos complejos sistemas sociales y unas tradiciones artísticas y religiosas muy desarrolladas que reflejaban su profunda conexión con la tierra y el medio ambiente.
En el momento de la llegada
de los primeros colonos europeos en el siglo XVIII, se estima que alrededor de
750 mil aborígenes habitaban el territorio australiano.
Los asiáticos y los
oceánicos mantuvieron contacto con los indígenas australianos durante miles de
años antes de que se produjese la expansión europea en el hemisferio oriental.
En 1606, el español Váez de
Torres descubrió el estrecho que hoy lleva su nombre y tres años más tarde
Fernández de Quirós fue el primer europeo que reconoció el territorio
australiano; posteriormente franceses, ingleses y, sobre todo, holandeses
exploraron las costas y el interior.
a.2. Sus
actores: protagonistas, antagonistas, aliados;
El ministro de Inmigración australiano, Peter
Dutton, ha asegurado este miércoles que tras reunirse con el primer ministro de
Papúa Nueva Guinea, Peter O'Neill, ambos países han decidido cerrar el centro
de detención de solicitantes de asilo de la isla de Manus en el que se dan
abusos sexuales y automutilaciones sin que las autoridades tomen medidas al
respecto. Se trata de una noticia que afecta de manera indirecta a la
constructora española Ferrovial, ya que el pasado mayo adquirió Broadspectrum,
responsable de proporcionar servicios a estos centros.
Estos recintos forman parte de la polémica política
de inmigración del Gobierno australiano que desde hace una década y media envía
a las islas del Pacífico y no a Australia a los solicitantes de asilo interceptados
en el mar. De esta manera, evitan las responsabilidades derivadas de la
legislación internacional y, al mismo tiempo, disuaden a aquellos que tratan de
llegar al país en patera por lo difícil que resulta el proceso para conseguir
asilo.
Un refugiado detenido en la isla de Manus muestra
las heridas que ha sufrido supuestamente por un ataque de hombres de
Papúa-Nueva Guinea. (Reuters)
Un refugiado detenido en la isla de Manus muestra
las heridas que ha sufrido supuestamente por un ataque de hombres de
Papúa-Nueva Guinea. (Reuters)
Para que esta política de inmigración saliera
adelante, Australia llegó a acuerdos con Papúa-Nueva Guinea para la creación de
estos centros de detención en su territorio a cambio de importantes
contrapartidas económicas. De todos modos, el pasado 27 de abril el Tribunal
Supremo de Papúa-Nueva Guinea ya ordenó el cierre del centro de detención de
Manus por "ilegal e inconstitucional". Poco después, el Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) exigió el
traslado de los internos a otro lugar con "condiciones humanas".
En el centro de la isla de Manus viven actualmente
854 solicitantes de asilo que tendrán que ser reubicados, pero el ministro de
Inmigración australiano ha asegurado que ninguno de ellos será acogido en
Australia. "Desde hace tiempo la postura de este Gobierno ha sido la de
trabajar con Papúa Nueva Guinea para cerrar Manus y apoyar a aquellas personas
en su traslado a dicho país o en su regreso a sus países de origen", dice
el comunicado.
Pero en marzo, el primer ministro papú aseguró que
su "Gobierno no tenía los recursos suficientes para reubicar a los
refugiados", por lo que varios medios apuntan a que probablemente
Australia tenga que pagar al país vecino para que se haga cargo de los
detenidos. En este
sentido, O'Neill ya ha avisado de que el cierre no será inmediato: "Es
importante que el proceso no se precipite y que se lleve a cabo de manera
cuidadosa", ha dicho.
a.3. Sus intereses o propósitos;
¿Cómo funcionan estas
'islas cárcel'?
Durante los últimos años,
el Gobierno de Australia ha estado enviando a las islas de Manus, Nauru y
Navidad, en diferentes fases, a los inmigrantes llegados al país. Hasta 2008
eran confinados en un centro ubicado en la isla de Navidad, ubicada a unos
2.600 kilómetros de Australia y a 300 kilómetros al sur de Indonesia. La ONU
viene criticando desde hace años la política de detención del Ejecutivo
australiano, que califica de "inhumana", pero el país insiste en que
es la única manera de frenar el tráfico de seres humanos y que es una manera de
salvar vidas.
Estos centros fueron
creados a principios de los años 2000 en el marco de la denominada 'Solución
Pacífica', un paquete de reformas migratorias aprobadas por el entonces primer
ministro, John Howard, que permitía la interceptación de
embarcacionesprocedentes de diferentes países, principalmente del sudeste
asiático, que trataban de llegar a Australia. El Ejecutivo redefinió lo que era
el área de territorio australiano en el que se podría desembarcar y donde se
podía solicitar legítimamente asilo —la 'zona de migraciones'—, por lo que toda
persona interceptada en el mar era trasladada a terceros países para que se
procesase esa solicitud.
El objetivo de esta medida
era frenar la llegada de inmigrantes a suelo australiano, lanzando el mensaje
de que incluso llegando al país no sería fácil solicitar asilo de forma legal.
No obstante, los australianos han celebrado multitud de protestas para pedir
que se detenga esta forma de actuar y se cierren los centros. El año pasado,
diferentes organismos denunciaron la situación particular del centro de Nauru,
que no cuenta con instalaciones de cuidado de la salud mental que sí existen en
Australia, y donde se habían dado varios casos de intentos de suicidio y
autolesión entre menores de edad.
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