miércoles, 20 de marzo de 2019





Presenten una descripción suficientemente clara:

Australia es un país soberano de Oceanía, cuya forma de gobierno es la monarquía constitucional federal parlamentaria.


El país ocupa la principal masa continental de la plataforma llamada Sahul, además de algunas islas en los océanos Pacífico, Índico y Antártico. Los países más cercanos a Australia son Indonesia, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea al norte, las Islas Salomón, Vanuatu y la dependencia francesa de Nueva Caledonia al noreste, y Nueva Zelanda al sureste. Australia es el sexto país más grande del mundo con una superficie de 7 741 220 km².1​ Su capital, Canberra, se encuentra en el Territorio de la Capital Australiana. La población del país en 2011 era de unos 21,5 millones de habitantes, concentrados principalmente en las grandes ciudades costeras: Sídney, Melbourne, Brisbane, Perth, Adelaida y la capital Canberra.
La inmigración en Australia ha sido constante en la historia del país oceánico, constituyéndose como uno de los principales receptores de inmigrantes en el mundo occidental.
Considerado parte de la historia de la migración humana desde África, se estima que los primeros seres humanos llegaron a Australia hace unos 50.000 años,​ cuando los antepasados de la primera oleada de inmigrantes procedentes de África llegaron al continente a través de las islas de la zona marítima del sudeste de Asia y Nueva Guinea


Su contexto territorial e histórico


la infraestructura que se construyó a principios del 2000, particularmente en sídney y melbourne, es insuficiente para hacer frente a la proyección de crecimiento, incluso al actual",
los inmigrantes representan el 60 por ciento del crecimiento de la población en la última década en las principales ciudades, y el año pasado el 87 por ciento de los 111.000 inmigrantes cualificados que llegaron al país se establecieron en sídney y melbourne.
La población australiana está conformada por personas que provienen de todos los rincones del mundo. Alrededor del 27% de los residentes australianos ha nacido en otro país y más de la cuarta parte de la población tiene padres que han nacido en el extranjero. Cada año, inmigrantes de más de 180 países deciden convertirse en ciudadanos australianos.
A lo largo de su historia, Australia ha recibido sucesivas oleadas migratorias que la han convertido en una nación verdaderamente multicultural. Sus ciudades son habitadas por gente proveniente de muchos países, principalmente de Reino Unido, Nueva Zelanda, China, Italia, India, Pakistán, Suráfrica, Filipinas, Corea, Vietnam, Grecia, Tailandia e Indonesia.
La migración ha tenido un impacto significativo en las características de la población australiana, aportando una diversa gama de orígenes étnicos, lingüísticos y religiosos y contribuyendo al crecimiento poblacional.
Los primeros australianos
Antes de la llegada de los colonizadores europeos, los aborígenes habitaban la mayoría de las zonas del continente australiano. Adaptables y creativos con una simple pero eficiente tecnología, los indígenas australianos poseían unos complejos sistemas sociales y unas tradiciones artísticas y religiosas muy desarrolladas que reflejaban su profunda conexión con la tierra y el medio ambiente.
En el momento de la llegada de los primeros colonos europeos en el siglo XVIII, se estima que alrededor de 750 mil aborígenes habitaban el territorio australiano.
Los asiáticos y los oceánicos mantuvieron contacto con los indígenas australianos durante miles de años antes de que se produjese la expansión europea en el hemisferio oriental.
En 1606, el español Váez de Torres descubrió el estrecho que hoy lleva su nombre y tres años más tarde Fernández de Quirós fue el primer europeo que reconoció el territorio australiano; posteriormente franceses, ingleses y, sobre todo, holandeses exploraron las costas y el interior.


a.2. Sus actores: protagonistas, antagonistas, aliados;


El ministro de Inmigración australiano, Peter Dutton, ha asegurado este miércoles que tras reunirse con el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O'Neill, ambos países han decidido cerrar el centro de detención de solicitantes de asilo de la isla de Manus en el que se dan abusos sexuales y automutilaciones sin que las autoridades tomen medidas al respecto. Se trata de una noticia que afecta de manera indirecta a la constructora española Ferrovial, ya que el pasado mayo adquirió Broadspectrum, responsable de proporcionar servicios a estos centros.
Estos recintos forman parte de la polémica política de inmigración del Gobierno australiano que desde hace una década y media envía a las islas del Pacífico y no a Australia a los solicitantes de asilo interceptados en el mar. De esta manera, evitan las responsabilidades derivadas de la legislación internacional y, al mismo tiempo, disuaden a aquellos que tratan de llegar al país en patera por lo difícil que resulta el proceso para conseguir asilo.
Un refugiado detenido en la isla de Manus muestra las heridas que ha sufrido supuestamente por un ataque de hombres de Papúa-Nueva Guinea. (Reuters)
Un refugiado detenido en la isla de Manus muestra las heridas que ha sufrido supuestamente por un ataque de hombres de Papúa-Nueva Guinea. (Reuters)
Para que esta política de inmigración saliera adelante, Australia llegó a acuerdos con Papúa-Nueva Guinea para la creación de estos centros de detención en su territorio a cambio de importantes contrapartidas económicas. De todos modos, el pasado 27 de abril el Tribunal Supremo de Papúa-Nueva Guinea ya ordenó el cierre del centro de detención de Manus por "ilegal e inconstitucional". Poco después, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) exigió el traslado de los internos a otro lugar con "condiciones humanas".
En el centro de la isla de Manus viven actualmente 854 solicitantes de asilo que tendrán que ser reubicados, pero el ministro de Inmigración australiano ha asegurado que ninguno de ellos será acogido en Australia. "Desde hace tiempo la postura de este Gobierno ha sido la de trabajar con Papúa Nueva Guinea para cerrar Manus y apoyar a aquellas personas en su traslado a dicho país o en su regreso a sus países de origen", dice el comunicado.
Pero en marzo, el primer ministro papú aseguró que su "Gobierno no tenía los recursos suficientes para reubicar a los refugiados", por lo que varios medios apuntan a que probablemente Australia tenga que pagar al país vecino para que se haga cargo de los detenidos. En este sentido, O'Neill ya ha avisado de que el cierre no será inmediato: "Es importante que el proceso no se precipite y que se lleve a cabo de manera cuidadosa", ha dicho.

a.3. Sus intereses o propósitos;

¿Cómo funcionan estas 'islas cárcel'?
Durante los últimos años, el Gobierno de Australia ha estado enviando a las islas de Manus, Nauru y Navidad, en diferentes fases, a los inmigrantes llegados al país. Hasta 2008 eran confinados en un centro ubicado en la isla de Navidad, ubicada a unos 2.600 kilómetros de Australia y a 300 kilómetros al sur de Indonesia. La ONU viene criticando desde hace años la política de detención del Ejecutivo australiano, que califica de "inhumana", pero el país insiste en que es la única manera de frenar el tráfico de seres humanos y que es una manera de salvar vidas.
Estos centros fueron creados a principios de los años 2000 en el marco de la denominada 'Solución Pacífica', un paquete de reformas migratorias aprobadas por el entonces primer ministro, John Howard, que permitía la interceptación de embarcacionesprocedentes de diferentes países, principalmente del sudeste asiático, que trataban de llegar a Australia. El Ejecutivo redefinió lo que era el área de territorio australiano en el que se podría desembarcar y donde se podía solicitar legítimamente asilo —la 'zona de migraciones'—, por lo que toda persona interceptada en el mar era trasladada a terceros países para que se procesase esa solicitud.
El objetivo de esta medida era frenar la llegada de inmigrantes a suelo australiano, lanzando el mensaje de que incluso llegando al país no sería fácil solicitar asilo de forma legal. No obstante, los australianos han celebrado multitud de protestas para pedir que se detenga esta forma de actuar y se cierren los centros. El año pasado, diferentes organismos denunciaron la situación particular del centro de Nauru, que no cuenta con instalaciones de cuidado de la salud mental que sí existen en Australia, y donde se habían dado varios casos de intentos de suicidio y autolesión entre menores de edad.

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